Tres décadas después de abrir sus puertas, este emblemático hotel ubicado en el corazón del Valle Sagrado no solo sigue siendo un ícono de la hospitalidad en Perú, sino también un lugar donde la historia, la calidez y la tradición se abrazan en cada rincón.
Hoy celebramos no solo los años, sino los rostros y las memorias. Celebramos a quienes caminaron con nosotros: exgerentes visionarios, aliados estratégicos, colaboradores comprometidos, y huéspedes que han sido parte de esta gran familia.
Cada uno ha dejado una huella imborrable en este recorrido que comenzó hace 30 años y que sigue escribiéndose con la misma pasión del primer día.
Sonesta Yucay ha sido mucho más que un hotel. Ha sido refugio, punto de encuentro, espacio de celebración, testigo de historias inolvidables y ejemplo de hospitalidad con alma. Todo esto ha sido posible gracias al compromiso constante de su gente, al amor por el servicio, y a la conexión profunda con la cultura y la esencia del Valle Sagrado.
Treinta años después, seguimos siendo una familia unida por el deseo de ofrecer experiencias únicas, auténticas y memorables. Y lo más valioso: lo hacemos con el corazón en cada detalle.
Desde GHL Hoteles, extendemos nuestro agradecimiento a todos quienes han sido parte de este camino. A los que estuvieron, a los que están y a los que vendrán. Gracias por ser parte de esta magia que vive y permanece.
