Conoce el gimnasio del Sonesta Pereira: Energía, Naturaleza y Bienestar en Perfecta Armonía

En el Sonesta Pereira, el bienestar no se encierra entre cuatro paredes. Nuestro gimnasio es un espacio donde la energía del cuerpo se encuentra con la serenidad de la naturaleza, creando una experiencia única para cada huésped.

Iluminado por la luz natural del día y rodeado de una vista espectacular hacia los paisajes verdes del Eje Cafetero, este gimnasio ofrece algo más que máquinas y rutinas: ofrece una conexión con el entorno, el silencio y la inspiración.

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Un gimnasio conectado con el medio ambiente

Diseñado bajo los principios de sostenibilidad, el gimnasio del Sonesta Pereira aprovecha la ventilación y la iluminación natural para reducir el consumo energético, mientras brinda una atmósfera fresca, abierta y llena de vida. Cada detalle —desde el uso de materiales duraderos hasta la disposición de los equipos— fue pensado para crear un entorno respetuoso con el planeta y motivador para las personas.

Ejercicio con vista a la naturaleza

Mientras los huéspedes entrenan, el paisaje cafetero se convierte en el mejor compañero de entrenamiento. La sensación de correr frente a los árboles o estirarse con el horizonte al fondo transforma el ejercicio en un ritual de bienestar y contemplación.

Es una experiencia que revitaliza el cuerpo y calma la mente, recordando que el verdadero lujo está en la simplicidad de respirar aire puro y moverse en armonía con el entorno.

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El gimnasio del Sonesta Pereira forma parte del programa Fitness, Health & Recreation Area de GHL Hoteles, que impulsa espacios de bienestar donde el huésped puede cuidar de su salud física y emocional, incluso durante sus viajes.

Aquí, cada sesión de entrenamiento se convierte en una oportunidad para reconectarse, recargar energía y descubrir que el equilibrio entre cuerpo y naturaleza también es parte del Espíritu de la Hospitalidad.

En el Sonesta Pereira, entrenar es respirar, mirar el verde y sentirse en casa.
Un gimnasio pensado para quienes creen que el bienestar también florece entre montañas y amaneceres.

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