En la historia del fútbol colombiano, la participación de la selección nacional en la Copa Mundial de la FIFA de 1994 en Estados Unidos y Francia 98 se destaca como unos de los momentos más brillantes y emocionantes.
Aquella fue la época de la llamada «Generación Dorada» del fútbol colombiano, un grupo de talentosos jugadores que cautivaron al mundo con su estilo de juego apasionante y su habilidad única.
La generación dorada dejó una marca imborrable en la historia del fútbol colombiano.
Su estilo de juego ofensivo y creativo, su habilidad técnica excepcional y su espíritu luchador inspiraron a toda una nación. Además, el carisma y la personalidad de jugadores como Asprilla y Córdoba los convirtieron en ídolos tanto dentro como fuera de las canchas.
Aunque no lograron alcanzar el tan anhelado éxito en el Mundial de 1994, la generación dorada allanó el camino para futuros éxitos del fútbol colombiano.
Posteriormente, el equipo nacional lograría clasificar a varias Copas Mundiales y alcanzar destacadas actuaciones en torneos internacionales.