No es coincidencia que los usuarios prefieran terminar sus compras online en la pantalla de un computador; la accesibilidad, visibilidad y facilidad para adquirir información relevante es uno de los puntos clave para entender por qué los usuarios prefieren los ordenadores sobre un dispositivo móvil.
Un estudio realizado por la Ben-Gurion Universidad de Neveg en 2019[1] indica que «el problema no es el tamaño de la pantalla» afirma el Profesor Lior Fink, director del Laboratorio de Comportamiento Móvil «(…) es el hecho de tener que ajustar las medidas de la web a las de un celular, lo que obliga a reducir la información ofrecida y condena al usuario a navegar de forma más detallada la página«, finaliza.
Esta necesidad de reducir información, sumada a los caóticos espacios de tiempo y en donde se suele utilizar el dispositivo móvil, resultan en decisiones de compra incompletas o menos asertivas con base a las necesidades del usuario.
Ahora, el hecho de tener una mejor efectividad en ventas por el ordenador no es un factor excluyente para las marcas y empresas que usan dispositivo móvil como canal de demanda, pues año tras año las visitas en estos dispositivos son cada vez más importantes y desempeñan un rol importante en la decisión de compra final.