El sol se asomaba sobre la ciudad de Quito mientras los equipos se reunían en el campo para la tan esperada Copa GHL Hoteles Ecuador. El evento, que se desarrolló durante un animado fin de semana, no solo fue una competencia deportiva, sino una celebración del espíritu de camaradería y compañerismo que une a los colaboradores de los hoteles GHL en Ecuador y Caves.
Desde los primeros encuentros, se podía sentir la emoción en el aire. Equipos de Sonesta Loja, Four Points By Sheraton Cuenca, Radisson Guayaquil, Caves Ecuador, Sheraton Quito y Sheraton Guayaquil se preparaban para dar lo mejor de sí mismos.
Más allá de los goles y las estrategias, cada partido era una demostración de esfuerzo, trabajo en equipo y, sobre todo, de la pasión por el deporte.
La cancha se llenó de risas y aplausos, de gritos de ánimo y de abrazos de apoyo. Los jugadores, más que colegas, demostraron ser una sola familia, unidos por el mismo objetivo: disfrutar del juego y compartir momentos inolvidables.
La presencia de delegaciones de diversas ciudades resaltó la diversidad y riqueza cultural de Ecuador, pero también mostró cómo, sin importar la distancia, los valores de respeto y solidaridad prevalecen entre los miembros de la familia GHL.
El torneo avanzaba y con cada partido, la tensión y la emoción aumentaban. Sin embargo, la verdadera victoria ya se había conseguido: el fortalecimiento de los lazos de amistad entre los colaboradores.
Los descansos entre partidos se convirtieron en oportunidades para compartir anécdotas, intercambiar experiencias y conocerse mejor. La cancha no solo fue testigo de intensos encuentros deportivos, sino también de nacientes amistades y renovados compromisos de trabajo en equipo.
Finalmente, el equipo del Sheraton Quito se alzó con la victoria, coronándose campeón de la Copa GHL Hoteles Ecuador. Pero en el corazón de cada participante, quedó la certeza de que todos habían ganado algo mucho más valioso que un trofeo. La imagen de los jugadores abrazándose al finalizar el torneo, sin importar el resultado, reflejaba la verdadera esencia del evento: ser una sola familia y un solo equipo en Ecuador.
El fin de semana concluyó con una ceremonia de premiación llena de alegría y orgullo. Los colaboradores se despidieron con la promesa de reencontrarse el próximo año, dispuestos a seguir fortaleciendo esa red de apoyo y amistad que hace de GHL Hoteles no solo un lugar de trabajo, sino un hogar para todos sus miembros.
La Copa GHL Hoteles Ecuador no solo dejó un campeón, sino también una lección invaluable: en el deporte, como en la vida, lo más importante es el espíritu de equipo, la camaradería y el compañerismo. Porque al final del día, somos una sola familia y un solo equipo en el Ecuador.
Imagen de Tomislav Jakupec en Pixabay