
Hubo un tiempo en que la humanidad soñó con reunir todo lo que sabía en un solo lugar. Ese sueño tomó forma en las orillas del Mediterráneo, en un puerto donde los barcos llegaban cargados de especias, papiros, telas y misterios. Allí se levantó la Biblioteca de Alejandría, no solo como un edificio lleno de rollos y manuscritos, sino como la representación de un anhelo colectivo: guardar la memoria del mundo y hacerla accesible para todos.
Imaginemos la escena. Cada embarcación que atracaba en el puerto debía entregar los textos que llevaba a bordo. Esos escritos eran copiados, traducidos y resguardados en los estantes interminables de la biblioteca.
La ciudad se convirtió en un imán para filósofos, poetas, matemáticos y curiosos que buscaban comprender mejor la vida y sus misterios. En aquellos pasillos resonaba la convicción de que el conocimiento, cuando se comparte, se multiplica.
La Biblioteca de Alejandría fue un lugar de historias, de descubrimientos y también de curiosidades. Se dice que allí se acumulaban obras que hablaban desde la anatomía de los animales hasta el arte de gobernar, desde poemas de amor hasta fórmulas de alquimia.
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No había tema menor: todo lo humano era digno de ser preservado. Y aunque el destino no fue benévolo con aquel sueño, lo que permanece hasta hoy es la fuerza de la idea: la sabiduría como patrimonio común.
Esa misma aspiración, siglos después, late en el corazón de GHL Hoteles. Durante más de sesenta años, la compañía ha escrito su propia biblioteca: manuales de servicio, relatos de huéspedes, aprendizajes de crisis, anécdotas de camareras, innovaciones de chefs, estrategias de gerentes y reflexiones de líderes.
Todo ese conocimiento disperso en carpetas, correos, libretas y memorias orales constituye un tesoro tan vasto y rico como los papiros de Alejandría. El reto, como entonces, es reunirlo, organizarlo y ponerlo al alcance de quienes lo necesitan para seguir creando experiencias memorables.
Allí es donde surge CODA, la nueva herramienta tecnológica que promete convertirse en la Biblioteca de Alejandría de GHL Hoteles. CODA no es solo un repositorio digital: es una plataforma viva, capaz de conectar, integrar y actualizar el conocimiento acumulado de toda la organización. Como aquellos escribas que copiaban y clasificaban manuscritos, CODA registra, ordena y preserva lo que sabemos. Como aquellos pasillos donde los sabios debatían, CODA abre espacios de interacción y aprendizaje colectivo. Y como aquel sueño de Alejandría, CODA busca que el conocimiento no se pierda, sino que se potencie.

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En este viaje, hay un guía que inspira y orienta: Adolfo Scheel, el profesor de profesores, el líder máximo de GHL Hoteles. Su visión ha sido clara: el conocimiento es el motor de la innovación y la garantía de la excelencia. Durante décadas ha sembrado en cada rincón de la organización la idea de que aprender no es un acto aislado, sino un compromiso compartido. Hoy, esa semilla germina con CODA, una herramienta que materializa su convicción de que solo quien conserva, transmite y actualiza lo aprendido puede aspirar a un futuro sostenible y brillante.
CODA representa, entonces, mucho más que un avance tecnológico. Es la oportunidad de contar nuestra historia con orden y sentido. Es el espacio donde los logros, las mejores prácticas y también los errores que nos enseñaron se transforman en patrimonio colectivo. Es un puente entre generaciones de hoteleros, entre quienes construyeron el camino y quienes lo recorrerán en adelante.
Así como Alejandría soñó con reunir la memoria de la humanidad, GHL Hoteles sueña hoy con consolidar, a través de CODA, la memoria de su propia trayectoria. Un sueño que no se guarda en estantes de papiro, sino en la nube digital; un sueño que no depende de barcos mercantes, sino de la pasión de sus colaboradores; un sueño que no se limita a custodiar información, sino que invita a crear conocimiento nuevo, fresco, transformador.
Porque al final, el mayor legado de una organización no son sus edificios ni sus cifras, sino su capacidad de contar su historia, aprender de ella y proyectarla hacia el futuro. La Biblioteca de Alejandría nos enseñó que el conocimiento compartido es la riqueza más grande que puede tener una comunidad. CODA nos recuerda que ese mismo principio sigue vivo, y que en GHL Hoteles, bajo la guía de Adolfo Scheel, estamos construyendo nuestra propia Alejandría: una donde cada dato, cada experiencia y cada enseñanza se convierte en un faro para los próximos sesenta años y más allá.
