En el ver ritmo de los viajeros, la hotelería ha transformado su oferta de alimentos y bebidas hacia modelos más ágiles, funcionales y sensorialmente atractivos. Uno de los conceptos que ha ganado protagonismo en las grandes cadenas internacionales es el Grab & Go: estaciones de autoservicio gastronómico que combinan practicidad con diseño, experiencia y estilo de vida.

Ya no se trata únicamente de “tomar algo rápido”. Los nuevos espacios Grab & Go son el corazón palpitante del lobby, un punto de encuentro donde convergen huéspedes con ganas de café, madrugadores con prisa, foodies espontáneos y amantes del diseño que aprecian los detalles vintage, las estanterías con productos artesanales y la música envolvente que marca el tono del día.
Un diseño que invita a quedarse… o a llevar
Lejos del modelo impersonal de las antiguas máquinas expendedoras, los nuevos Grab & Go hoteleros combinan estética retro con funcionalidad contemporánea. Muebles en madera recuperada, iluminación cálida tipo “filamento”, letras de neón con frases ingeniosas, y vitrinas abiertas que exhiben panadería y pastelería recién horneada, jugos prensados en frío, wraps saludables o capuchinos humeantes, se convierten en una extensión del estilo de vida del huésped moderno.
Algunos espacios incluso están concebidos como micro-lounges: con mesas comunales, enchufes para recargar dispositivos, una playlist cuidadosamente curada y un ambiente acogedor que invita a conectarse con otros viajeros… o con uno mismo. No es raro ver laptops abiertas, grupos compartiendo una risa matinal o viajeros tomando nota en su diario mientras saborean una galleta recién salida del horno.

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El lobby o restaurante como mercado y punto de encuentro
En estos espacios, el Grab & Go no solo satisface una necesidad, sino que promueve una nueva manera de habitar el hotel. Funciona como un mercado boutique, donde los huéspedes pueden elegir su desayuno y llevárselo a la habitación, preparar su cena ligera o incluso armar un picnic para salir a explorar la ciudad. La idea central es ofrecer libertad sin sacrificar calidad.
Se destacan opciones de panadería y pastelería artesanal, snacks orgánicos, vinos por copa, smoothies y productos locales cuidadosamente seleccionados, que refuerzan la identidad del destino y generan una experiencia sensorial auténtica.

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Tecnología, autoservicio y sostenibilidad
Otro factor clave del Grab & Go es la incorporación de tecnología. Muchos espacios permiten al huésped pagar de forma autónoma mediante apps, códigos QR o terminales de autoservicio, evitando filas y optimizando el tiempo. Además, hay un fuerte compromiso con el uso de empaques compostables, botellas reutilizables y estrategias de reducción de desperdicios alimentarios.

En hoteles donde la sostenibilidad es parte del ADN, incluso se promueven alianzas con productores locales o se incluyen estaciones de refill de agua filtrada, disminuyendo el uso de plásticos de un solo uso.

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Una tendencia que llegó para quedarse
El Grab & Go no es una moda pasajera. Es una respuesta coherente al estilo de vida nómada, digital y consciente que define al huésped del siglo XXI. Es una invitación a vivir el hotel sin rigideces, a disfrutar de una gastronomía accesible pero cuidadosamente curada, a moverse al ritmo de la ciudad… y al propio.
Y así, entre luces cálidas, aromas de croissants recién horneados y playlists que celebran la diversidad, los Grab & Go se consolidan como el nuevo ritual urbano de la hospitalidad moderna: rápido, delicioso y con mucho, pero mucho estilo.
