Los turistas y visitantes que suelen recorrer las carreteras centroamericanas de Panama, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Guatemala, El Salvador suelen encontrarse con estos coloridos y decorados buses populares y omnibus ruteros que sobrepasando los limites de velocidad atraviesan el continente llenos de historias y costumbres propias de nuestra idiosincracia latina.
El valiente que se sube a estos museos rodantes se puede encontrar con gallinas criollas en bolsas de fique, loros verdes y amarillos, mujeres bonitas de grandes y voluptuosas proporciones, escuchar piropos divertidos, sentarse en cojines de colores, vibrar con las luces leds de toda la paleta cromática posible que recuerdan un árbol de navidad, ver estampas religiosas del sagrado corazón o la inmaculada concepcion, algunos recuerdos familiares como zapatos de bebe o la foto decolorizada por el sol ardiente de la mujer amada, pequeños ventiladores destartalados en el tablero del chofer, bolas de billar pool en la palanca de cambios, música a todo volumen de Gilberto Santa Rosa o Richie Ray, conocer a través de una vieja calcomanía los heroes del beisbol latinoamericano que han triunfado en las grandes ligas como Dennis Martinez primer pelotero latino en lanzar un juego perfecto o de algún boxeador como Alexis Arguello o Roberto «mano de piedra» Duran, comer alguna fruta, pelar un banano y sentarse si no hay silla disponible en un bulto de aguacates, en fin toda una maravilla para los mochileros y artistas que quieran vivir una experiencia popular inolvidable en medio de las altas temperaturas que hacen de estos buses dignos de grandes novelas y relatos literarios.
Estos buses que repito desafían los limites de velocidad permitidos son ANTIGUOS BUSES ESCOLARES NORTEAMERICANOS que son traídos rodados atravesando México para que con el TALENTO, AEROGRAFO y PINTURA DE COLORES sean transformados y representen los gustos del conductor, en cierta medida mediante el arte sufren un proceso de personalización en busca de que sean una expresión de la identidad del propietario.
En Estados Unidos salen rapidamente de circulación por la legislación que busca proteger a los niños que los utilizan, en nuestros países los arreglamos y repotencializamos para que puedan recorrer estas tierras de Lagos y Volcanes a casi 100 Kms por hora, así que se le recomienda al lector que se suba «confesado» a estas súper maquinas o «Diablos Rojos» como se le conocían en Panama.
Lo mas curioso como nos comenta Andrés Rosero Gerente General del Hyatt Place Managua es que los pasajeros se suben por la puerta de atrás:
