En la región de Los Llanos abunda la fauna legendaria, jaguares, rayas, anacondas, pirañas y pumas son todos temidos y admirados por la población local y entre ellos destaca por su tamaño y supuesta agresividad el caimán llanero (Crocodylus intermedius), el depredador continental más grande de Suramérica. Sin embargo en la Reserva Natural de la Sociedad Civil La Aurora, ubicada en el municipio de Paz de Ariporo (Casanare) y propiedad de la familia Barragán desde hace más de 30 años se cobija a todos ellos, y a muchos más.
Es por ello que el pasado 1 de diciembre La Fundación Palmarito, en asocio con CorpOrinoquía, la Gobernación de Casanare y la familia Barragán, realizó una nueva liberación de ejemplares de caimán llanero en La Aurora, un verdadero paraíso para la conservación de la fauna llanera.
Esta fauna se ha visto disminuida de manera dramática de los valores que se calculan para hace unos 200 años y en caso del caimán llanero es especialmente grave. Fue muy abundante en la región llanera hasta el primer tercio del siglo pasado, cuando sus poblaciones fueron rápidamente diezmadas para vender su cuero, de extraordinaria calidad, a Europa, Estados Unidos y Japón. La caza de caimanes finalizó en los años 60, cuando ya prácticamente no quedaban ejemplares en los cuerpos de agua de la región. Para tratar de revertir este proceso, el caimán fue declarado en peligro de extinción en 1997 y en 1998 se elaboró el Programa Nacional para la Conservación del Caimán Llanero, que incluye entre sus acciones la re introducción en el medio natural de ejemplares criados en cautividad.
En el momento del nacimiento, los caimanes miden unos 28 cm y son fácilmente depredados por una amplia variedad de animales, desde peces carnívoros a garzas, pasando por babillas o nutrias, por mencionar solo algunos. Las posibilidades de un caimán recién nacido de llegar a la vida adulta son menores al 1% y eso es algo que se da de manera natural. Por este motivo los 20 ejemplares reintroducidos, 15 hembras y cinco machos, provienen del centro de cría en cautividad ubicado en el Bioparque Wisirare (Orocué, Casanare) y tienen unas tallas comprendidas entre 87,2 y 151,4 cm de longitud y 2,1 y 12,5 kg de peso. La función de Wisirare, propiedad de la Gobernación de Casanare y gestionado por la Fundación Palmarito, es precisamente esa, suministrar caimanes con la talla necesaria para garantizar su supervivencia en el medio natural. De este centro ya han salido 102 caimanes que han sido repartidos en el Parque Nacional El Tuparro (Vichada), el río Cravo Norte (Arauca) y la propia Aurora.
Cae la tarde en La Aurora y los últimos caimanes liberados ya nadan libres con las pirañas y las rayas, bajo la atenta mirada del jaguar y del puma y la sonrisa cómplice de la familia Barragán.