Compartimos esta emotiva nota del personal del Sonesta Cartagena sobre una anecdótica historia de las tantas que suceden en la vida hotelera en el dia a dia:
Al ingresar a nuestro acostumbrado turno, nos dimos cuenta de una iguanita atrapada en unas escaleras de cemento, al parecer sofocada y angustiada por el fuerte sol que azotaba esa bella mañana, al percatarnos de este hecho, la socorrimos tomándola suavemente por su escamoso y rustico cuello para luego colocarla donde la naturaleza se junta y explota destellando magia pura, su habitad natural!